La crononutrición explica la relación entre el momento de ingesta de los alimentos y su ayuda para regular el ritmo biológico, como puede ser el caso del ciclo del sueño y la vigilia. Esto es debido a la composición de los alimentos, de tal forma que los principios inmediatos que los componen puede ser la base para formar hormonas y neurotransmisores que intervienen en el sueño o en la vigilia. Los procesos biológicos varían radicalmente durante el día y la noche y nuestro cuerpo responde de distinto modo a la asimilación de alimentos dependiendo de la hora a la que los consumamos.
Así lo demuestran numerosos estudios, que concluyen que el tiempo de nuestras comidas es un factor esencial para la efectividad de las dietas y la salud en general.
Por la mañana, si tomamos alimentos ricos en tirosina y fenilalanina, que son precursores de las catecolaminas, vamos a incrementar una buena vigilia. Los embutidos, los huevos, la carne, las legumbres son alimentos ricos en estos aminoácidos, por eso sería óptimo tomarlos en el desayuno o en la comida.
Conforme va avanzando la tarde y la noche se van ralentizando los procesos metabólicos y vamos a empezar a prepararnos para el sueño. En este momento sería ideal tomar alimentos ricos en triptófano, por que es precursor de la hormona melatonina que es la que marca el ritmo del sueño. Alimentos ricos en triptófano serían por ejemplo la leche, los cereales, los frutos secos, algunas frutas como las cerezas, los plátanos o los dátiles. Lo óptimo sería empezar a tomarlos a partir del anochecer. Estos alimentos harán que se incrementan los niveles de melatonina y vamos a tener un sueño de mayor calidad y más reparador.