Por qué la obesidad es un factor de riesgo para la COVID-19

En estos meses de pandemia muchas personas han abandonado su dieta, dejando de lado la alimentación saludable y la práctica de ejercicio físico. Esto ha traído una serie de consecuencias para la salud y muchas de ellas relacionadas con el sobrepeso.

Un estudio elaborado por la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) señala que, prácticamente la mitad de los habitantes de España, sometidos durante varias semanas al confinamiento domiciliario, han experimentado un incremento de su peso medio durante este periodo de tiempo.

Tras meses con restricciones de movimiento, cierre perimetral y toque de queda, muchas personas han empezado a echarse las manos a la cabeza. Se preguntan ¿Cómo he podido coger peso de esta forma?

Según la industria farmacéutica, los españoles han engordado de media 5,7 kg desde el inicio del coronavirus.

Las personas con obesidad son pacientes de riesgo

La obesidad se ha transformado en uno de los factores con peor pronóstico entre los contagiados de todo el mundo. Los expertos establecen una relación directa entre el índice de masa corporal (IMC) y las complicaciones derivadas de la Covid-19. Es decir, cuanto mayor es el exceso de peso de una persona, mayor posibilidad tiene de padecer complicaciones severas durante la enfermedad originada por el virus.

Desde la SEEDO insisten en que la obesidad es una enfermedad y no es solo un problema estético. Y que, además de ser la causa principal de enfermedades como el cáncer o la diabetes, ahora confirma que los pacientes con obesidad que han contraído el virus van peor porque es un factor de riesgo.

Por tanto, en la lucha contra la COVID-19, no solo hay que prestar atención a los hábitos que ya hemos adquirido como la higiene continua de manos y el distanciamiento social, también hay que añadir el “controla tu peso”, y más concretamente, el porcentaje de grasa corporal, para no desarrollar las formas más graves de la enfermedad.

Pautas y consejos para recuperar hábitos saludables

Afortunadamente disponemos de una serie de recomendaciones nutricionales y motivacionales con las que corregir la situación para recuperar tu salud y empezar a perder grasa corporal.

No es fácil restar kilos a la báscula y no depende solo de una buena alimentación. Además de comer de forma saludable, las personas deben instaurar nuevos buenos hábitos. Lo aconsejable es hacerlo de la mano de Dietistas-Nutricionistas, que nos aseguren no solo perder kilos, sino también ir mejorando el sistema inmunológico.

hombre en forma cocinando

No obstante, os vamos a dar algunas pautas relacionadas con la alimentación, la psicología y el entrenamiento. Por que consideramos que el problema de la obesidad debe ser abordado desde un punto de vista integral y con un equipo multidisciplinar.

Una parte fundamental es la auto observación. Es recomendable revisar la conducta a la hora de comer, registrar todos los alimentos que se ingieren, a que hora, donde se ha producido, que estados de ánimo estaban asociados a ese momento. Es un trabajo de autoexploración que nos ayuda mucho a los nutricionistas para empezar con el tratamiento.

-Entrenamiento. La actividad física es imprescindible si queremos contar con una salud de hierro y perder esos kilos que nos perjudican físicamente. Piensa que un entrenador debe formar parte de tus rutinas semanales para decirte cuáles son los mejores ejercicios para ti.

La obesidad es una enfermedad compleja en la que intervienen muchos factores (hábitos, ambiente, genética, alteraciones en el organismo, etc.) por esta razón se requiere la participación de diferentes especialistas.

Trabajar la motivación y acabar con el estigma de que tener obesidad es culpa de la persona que la sufre es fundamental. Intentar favorecer el diálogo para que se diagnostique, se evalúe y se trate de forma adecuada, es nuestro objetivo.

Infección por Helicobacter pylori

La Helicobacter pylori, es una peligrosa bacteria estomacal en forma de espiral que crece en la capa mucosa que recubre el interior del estómago humano y